Conoce los beneficios de cada tipo de acero, y cuál elegir para tu Proyecto
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El acero viene de muchos grados, especificaciones, formas y acabados—la Asociación Mundial de Acero lista más de 3.500 grados de acero diferentes, cada uno con propiedades únicas. Los diferentes tipos significan que el acero puede ser utilizado ampliamente en infraestructura, electrodomésticos, vehículos, molinos de viento y muchas aplicaciones más.
Sin embargo, el optimizar las propiedades del acero para cada aplicación va más allá de cambiar la composición química. El proceso de fabricación del acero puede también tener un impacto significante en los productos de acero—incluso cuando los grados y especificaciones son los mismos. Una distinción clave entre los productos de acero prefabricado es la diferencia entre el acero laminado en caliente y el laminado en frío.
¿Cuál es la diferencia entre el acero laminado en caliente y el laminado en frío?
Es importante mencionar que la principal diferencia entre el acero laminado en caliente y el laminado en frío es el proceso. “Laminado en caliente” se refiere al proceso realizado con calor. “Laminado en frío” se refiere al proceso realizado a o cerca a temperatura ambiente. Aunque estas técnicas afectan el desempeño y la aplicación en general, no deberían ser confundidas con especificaciones formales y grados de acero, las cuales se relacionan con composiciones metalúrgicas y clasificaciones de desempeño. Los aceros de diferentes grados y especificaciones pueden ser laminados en caliente o en frío—incluyendo tanto aceros de carbón básico como otras aleaciones de acero.
Puede parecer obvio, pero algunos tipos de acero son más apropiados para ciertas aplicaciones. Saber cuál utilizar puede ayudar a prevenir gastar de más en materiales brutos. También puede ahorrar tiempo y dinero en procesamiento adicional. Comprender las diferencias entre el acero caliente y frío es parte integral para elegir el uno o el otro.
Acero laminado en caliente
El acero laminado en caliente es el acero que ha sido pasado por rodillos a muy altas temperaturas—más de 1.700˚F, lo que supera la temperatura de recristalización de la mayoría de aceros. Esto hace que al acero sea más fácil darle forma y resulta en productos que son más fáciles de trabajar.
Para procesar el acero laminado en caliente, los fabricantes primero empiezan con un gran trozo rectangular de metal llamado palanquilla. La palanquilla se calienta y luego se envía para preprocesamiento, donde se aplana para formar un rollo grande. De ahí, se mantiene a una alta temperatura y se pasa a través de una serie de rodillos para lograr sus dimensiones finales. Las hebras de acero blancas y calientes se pasan a través de rodillos a altas velocidades. Para metal en hojas, el acero laminado se enrolla en rollos y se deja enfriar. Para otras formas, como barras o placas, los materiales se dividen y se empacan.
El acero laminado en caliente es el acero que ha sido pasado por rodillos a muy altas temperaturas.
El acero se encoge un poco mientras se enfría. Dado que el acero laminado en caliente se enfría después del procesamiento, hay menos control sobre su forma final, haciéndolo menos adecuado para aplicaciones de precisión. El acero laminado en caliente con frecuencia se utiliza en aplicaciones donde las dimensiones minuciosamente específicas no son cruciales. Las vías férreas y los proyectos de construcción con frecuencia utilizan acero laminado en caliente.
El acero laminado en caliente con frecuencia puede ser identificado por las siguientes características:
- Una superficie rugosa—un remanente del enfriamiento desde temperaturas extremas
- Bordes y esquinas ligeramente redondeadas para productos de barras y placas (debido al encogimiento y menor acabado)
- Distorsiones ligeras, donde el enfriamiento puede resultar en formas ligeramente trapezoidales, a diferencia de ángulos perfectamente cuadrados
¿Cuáles son los beneficios del acero lamiando en caliente?
El acero laminado en caliente típicamente requiere mucho menos procesamiento que el acero laminado en frío, lo que lo hace mucho más barato. Debido a que al acero laminado en caliente se le permite enfriarse a temperatura ambiente, es prácticamente normalizado-quiere decir que está libre de estrés interno que puede surgir de los procesos de templar o endurecer mecánicamente.
El acero laminado en caliente es ideal donde las tolerancias dimensionales no son tan importantes como la fuerza del material en general, y donde el acabado superficial no es una preocupación clave. Donde el acabado superficial es una preocupación, la rugosidad puede ser removida por molido, arenado o decapado por baño en acido. Una vez se remueve la rugosidad, varios acabados de cepillo o espejo pueden ser aplicados también. El acero con rugosidad removida también ofrece una mejor superficie para pintura y otras cubiertas de superficie.
Acero laminado en frío
El acero laminado en frío es esencialmente acero laminado en caliente que ha pasado por más procesamiento. Una vez el acero laminado en caliente se ha enfriado, se relamina a temperatura ambiente para alcanzar dimensiones más exactas y mejores cualidades de superficie.
Los aceros trabajados en frío típicamente son más duros y fuertes que los aceros estándar laminados en caliente.
Acero “laminado” en frío con frecuencia se utiliza para describir un rango de procesos de acabado, aunque técnicamente “laminado en frío” aplica únicamente para hojas que se someten a compresión entre rodillos. Las formas de acero que se sacan, como barras o tubos, son “dibujadas”, no laminadas. Otros procesos de acabado incluyen doblar, moler y pulir—cada uno de ellos se utiliza para modificar el inventario existente de laminado en caliente a productos más refinados.
El acero laminado en frío puede con frecuencia ser identificado por las siguientes características:
- Superficies mejores y más acabadas con tolerancias más cercanas
- Superficies lisas que con frecuencia son grasosas al toque
- Las barras son verdaderas y cuadradas, y con frecuencia tienen bordes y esquinas bien definidas
- Los tubos tienen mejor uniformidad concéntrica y rectitud
¿Cuáles son los beneficios del acero laminado en frío?
Con mejores características de superficie que el acero laminado en caliente, no es sorpresa que el acero laminado en frío se utiliza con más frecuencia para aplicaciones técnicamente más precisas, o donde la estética es importante. Pero debido al procesamiento adicional para los productos de acabado en frío, estos vienen a un mayor precio.
En términos de características físicas, los aceros laminados en frío son típicamente más duros y fuertes que los aceros estándar laminados en caliente. A medida que se le da forma al metal a las menores temperaturas, el acero se endurece, la resistencia contra la tensión de rotura y contra la deformación se incrementan debido al endurecimiento mecánico.
Estos tratamientos adicionales, sin embargo, pueden también crear estrés interno dentro del material. Esto puede causar deformación impredecible si al acero no se le alivia la presión antes de cortar, moler o soldar.
Fabricación y diseño del producto
Dependiendo de qué estés buscando construir, diferentes materiales tienen sus beneficios y sus desventajas individuales. Para proyectos comunes y corrientes o producciones únicas, los materiales de acero pueden proveer los bloques de construcción para cualquier configuración estructural imaginable.