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Robo de Bicicletas: Contraatacando

Una parrilla es dejada encadenada a una reja después de que un ladrón se llevó la bicicleta

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Estrategias policiales y organizacionales hacia un ciclismo más seguro

Una parrilla es dejada encadenada a una reja después de que un ladrón se llevó la bicicleta

El aseguramiento correcto significa pasar el candado a través de la rueda y el cuadro en un cicloestacionamiento seguro o poste.

Las ciudades en toda Norte América están promoviendo la ecología y la salud a través del transporte sostenible. Los carriles para bicicletas integrados y las redes de transito promueven montar bicicleta como una forma barata, divertida y activa de desplazarse. Dicha infraestructura puede ayudar con la congestión, traer más personas a la venta a nivel de la calle y avivar una comunidad local. La Liga de Ciclistas Americanos muestra un crecimiento del 51% en el viaje al trabajo en bicicleta desde el 2000 al 2016. Toda la inversión en infraestructura está marcando una diferencia.

Sin embargo la alta incidencia de robo de bicicletas desafía esta tendencia. La experiencia sufrir un robo de bicicleta puede ser lo suficientemente molesta o costosa para ser un disuasivo en contra de montar bicicleta: múltiples estudios muestran que alrededor del 7% de las víctimas no reemplazan sus bicicletas robadas y dejan de montar en bicicleta completamente.

Las víctimas no siempre reportan el robo de bicicletas, así que es difícil obtener el panorama completo del problema: una Entrevista Internacional a Victimas del Crimen hecha en el 2000 mostró que solo el 56% de las víctimas reportaron sus bicicletas como robadas. Los ciclistas con frecuencia tienen la impresión de que el robo de bicicletas es tratado como un crimen sin importancia. Hay algo de verdad en esto: incluso si la bicicleta es el medio principal de transporte de una víctima, muchas están avaluadas en menos de $1000, así que robarlas no es un delito. Acumulativamente, sin embargo, la perdida es impactante: los estimados sugieren que el robo de bicicletas genera medio billón de dólares para los ladrones en Norte América cada año.

El crimen es tan común que también tiene la sensación de inevitabilidad. Una serie de estudios en  Montreal muestra que la mitad de los ciclistas activos han sido víctimas de robo en sus vidas, y que mientras más comprometido estén los ciclistas, más probable es que les roben sus bicicletas.

Un hombre corta el candando de cadena de una bicicleta pegada a una señal de calle

Los candados en U son un mejor disuasivo que los candados de cadena y los cicloestacionamientos son más seguros que los postes de señal.

Los ciclistas hacen lo que pueden para prevenir el robo de bicicletas. El estudio de Montreal muestra que las bicicletas aseguradas adecuadamente—sujetadas con un candado en U a un cicloestacionamiento—generalmente no son blanco de robo en el corto plazo. Sin embargo, si se deja por más de dos horas, y especialmente si se deja expuesta en la noche, incluso una bicicleta bien asegurada puede ser el blanco de un ladrón profesional.

El robo anula algo del trabajo que las ciudades hacen para promover el desplazamiento en bicicleta saludable. ¿Qué pueden hacer las ciudades, la policía y los ciclistas para combatirlo?

Para los ladrones profesionales y oportunistas, las bicicletas representan dinero fácil y libre de riesgos.

Por qué las bicicletas son objetos de robo

Las bicicletas entran dentro del perfil de objetos de robo “CRAVED” descrito por criminólogos para explicar por qué algunos bienes son un mayor blanco que otros.  Los objetos deseados son:

  • Ocultable—un ladrón montando bicicleta pasa desapercibido y se mueve rápidamente

  • Removible—especialmente cuando está mal asegurada

  • Disponible—el aumento del uso de la bicicleta significa más bicicletas para robar (y más gente a la cual venderle)

  • Valiosas—las bicicletas pueden oscilar en precio desde cientos hasta miles de dólares

  • Disfrutable—un cuarto de los robos de bicicletas es para dar una vuelta en una robada

  • Desechable—vender bicicletas robadas es fácil en Craigslist, persona a persona y a través de cercas.

Un estudio en Portland, Oregón, una de las ciudades más amigables con las bicicletas en el país, mostró que solo el 2% de los robos de bicicletas reportados en el 2014 terminaron en un arresto. La falta de consecuencias serias para el robo de bicicletas lo hace parecer un crimen libre de riesgos para muchos ladronzuelos.

En el periódico el Guardian, un ladrón de bicicletas reformado habló de esta tranquilidad. “Hay una muy pequeña posibilidad de que te cojan cuando estás robando bicicletas. Simplemente la sueltas, te montas y te vas”. El describe robar bicicletas oprotunísticamente para financiar su drogadicción. Él no se preocupaba por venderlas al valor completo, sabiendo perfectamente bien que algunas veces obtendría solo el 1% de lo que la valía bicicleta.

Los ladrones profesionales de bicicletas, más organizados y concentrados en bicicletas caras por más dinero, también ven el robo de bicicletas como una actividad de bajo riesgo. En la Revistas de Ciclismo, un ladrón habla sobre sus cuatro años robando bicicletas de alta gama para traficar. “En un principio era un juego prueba y error. Algo como agarra la bicicleta y vete, pero mientras pasó el tiempo y trabajábamos, ahí afuera había dinero que hacer, mejoramos nuestro abordaje. Por ejemplo, si no se vendería por más de £200, no sería robada”.

En ambos casos, los criminales no fueron disuadidos por la amenaza de enjuiciamiento ya que creían que era poco probable. Ambos estuvieron activos por años dado que las bicicletas representaron dinero fácil y sin riesgo.

Vigilancia policial una tarea retadora

No es que a la policía no le importe el robo de bicicletas, es que es muy difícil de rastrear. Algunas jurisdicciones tienen escuadrones trabajando para proteger a los ciclistas y a su propiedad. La policía en estos escuadrones usualmente son también ciclistas dedicados y están frustrados de que incluso las bicicletas recuperadas raramente se devuelven a sus dueños.

Hay unas cuantas razones por las que estos oficiales dedicados han tenido dificultades. El robo de bicicletas es un crimen sigiloso cometido rápidamente, y por esto es muy difícil atrapar a alguien en el acto de robar. A diferencia de otros crimines, las victimas usualmente no conocen el criminal que los volvió su objetivo, así que es más difícil empezar una investigación. Cuando los ladrones de bicicleta son capturados, la prueba de propiedad es un verdadero problema. Con frecuencia, los dueños de bicicletas no tienen el número de serie grabado o recibos que prueben la propiedad. Si no hay prueba de que la bicicleta es robada, un ladrón puede irse de la custodia de la policía con ella en remolque.

Sin embargo, hay muchos abordajes de vigilancia policial que están haciendo una diferencia a la incidencia de robo de bicicleta y la devolución cuando se encuentra.

Una bicicleta decorativa está asegurada a un cicloestacionamiento tanto con el candado de cadena como con el candado en U

Asegurar una bicicleta a un cicloestacionamiento con dos candados puede ayudar a disuadir un robo.

Bicicletas señuelo

Los programas de bicicletas señuelo son otra forma de disuadir el robo en áreas de alto nivel de crimen. En campus y en ciertas áreas, las bicicletas señuelo son dejadas con etiquetas RFID en ellas: cuando se empiezan a mover, las autoridades son notificadas. Los programas de bicicletas señuelo bien divulgados actúan como un disuasivo para los crímenes oportunistas y pueden ayudar a capturar esos criminales crónicos que cometen la mayoría del crimen en un área.

El movimiento de la bicicleta señuelo está siendo liderado por la policía en el campus de la Universidad de Madison, Wisconsin, quienes vieron un 40% de reducción en el robo en el primer año y duplicaron su tasa de arrestos. Esta estrategia está siendo adoptada en ciudades alrededor de Estados Unidos y Canadá.

Los casilleros en forma de cuña para bicicletas proveen estacionamiento seguro en frente de un edificio

Los casilleros para bicicletas les permiten a los ciclistas almacenar de forma segura las bicicletas por un largo período de tiempo.

Una tendencia creciente entre los ciclistas a los que les roban la bicicleta es encontrarla en Craighlist y luego la roban o la compran de nuevo. Aunque la policía entiende la razón por la que un ciclista podría hacer esto, ellos advierten en contra de este estilo de reclamación justiciera, ya que en algunos casos ha llevado a resultados violentos. Llamar a un oficial debería ser el primer abordaje de un ciclista si ven que su bicicleta es robada.

La policía sugiere que si un ciclista tiene el número de serie, se hace mucho más fácil encontrar su bicicleta y devolvérsela. Una de las precauciones que un ciclista debe tomar es tener un archivo con información sobre su bicicleta con fotos, número de serie y recibos de compra. Si un ciclista se da cuenta que su bicicleta ha sido robada, deben reportarlo inmediatamente: por lo menos, esto le permitirá a la policía negar la afirmación de un criminal de que una bicicleta es de él legalmente.